Conclusiones

Luego de este viaje saqué algunas conclusiones las cuales quiero compartir:

  • Es muy posible hacer la ruta Bucaramanga-Pamplona en dos días (anteriormente la había hecho en tres), depende sobretodo de las condiciones climáticas, y de si se tienen las piernas fuertes y no se va tan cargado.
  • Cuando le digan que cierto camino es todo bajando, o todo subiendo, desconfíe. No es cierto.
  • Cuando le digan que cierta vía está toda pavimentada, desconfíe. ¡No es cierto!
  • Cuando le digan que por allá es peligroso, que no vaya, ¡desconfié! ¡No es cierto!  La gente cree lo que los demás le dicen y eso se va convirtiendo en su verdad, aunque no necesariamente corresponda a la realidad.
  • Cada subida tiene su correspondiente bajada, y cada bajada tiene su correspondiente subida. Es una ley natural. Es más: no hay un camino que sea o todo subiendo o todo bajando, al menos en Colombia, salvo el que va de mi casa a Bucaramanga. Risas.
  • Strava me decepcionó por completo cuando quise verificar la distancia y la altimetría de algunas rutas. Por el contrario, la precisión de elevationmap.net fue asombrosa. Absolutamente recomendada.
  • Soy un completo desconocedor de la belleza que esconde Colombia, lo cual me avergüenza.  Me sostengo en que quienes mejor conocen nuestro país, y a lo mejor por esto es que más lo aprecian, son los extranjeros. Bien por ellos.
  • Mi sueño: ¡conocer profundamente la geografía colombiana!
  • El ciclo-turismo sigue siendo algo muy novedoso, en general, en Colombia. El ciclo-viajero se roba las miradas y llama la atención al llegar, sobretodo, a los pueblos. Y más cuando tiene pinta de extranjero, y aún más cuando es mujer, y todavía más cuando viaja sola/o.
  • La necesidad de un buen equipo, incluida la bicicleta, es imprescindible. Sin él, no es posible realizar grandes gestas.
  • Ahora: entre más grande la maleta, más cosas se echan, ¿capisci?
  • Quedarse en hotel no es tan malo como parece. Es verdad: se gasta más dinero y no es tan emocionante, pero se descansa más y mejor.
  • ¡Acampar es la hostia! (Sigo con expresiones españolas, joder).
  • Alternar los días de pedaleo entre días duros y días suaves es lo recomendable para no desgastar el cuerpo.
  • Una buena crema caliente masajeadora es imprescindible, al menos para mí.
  • Uno de vegetariano estricto «sufre» para conseguir buena comida, sobre todo en pueblos y ciudades donde el menú vegetariano ni siquiera es una opción, o el concepto se desconoce por completo.
  • ¡Siempre hay gente buena dispuesta a ayudarlo a uno en el camino!
  • Cuando se pedalea en ascenso continuo se añora la bajada creyendo que será de descanso. ¡Qué va! Algunas veces no es así, y resulta más tortuosa incluso que la bajada, sobretodo si la vía es destapada y se tiene que estar frenando todo el tiempo.
  • Viajar en compañía te da ánimo en la pedaleada, compartes el camino y te facilita algunas cosas logísticas como por ejemplo acampar. De otro lado, pedalear en solitario hace que interiorices el viaje, trabajes mucho la autoconfianza y pedalees a tu propio ritmo. Me gusta viajar de ambas maneras.
  • Pandora no es una bicicleta, ¡es una bestia!

Without going out of my door

I can know all things of earth

Without looking out of my window

I could know the ways of heaven

The inner light – George Harrison

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