Welcome to the jungle

Finalmente, y luego de pedalear nueve días seguidos, ¡llego hasta San Gil!

La capital de la Provincia de Guanentá es una ciudad que se ha convertido en el epicentro turístico de deportes extremos, donde destaca el canotaje y la espeleología. Allí se consigue de todo, incluso un almuerzo vegetariano decente.

Desde Mogotes a San Gil hay un poco más de 30 kilómetros en una carretera totalmente pavimentada y en buen estado, con subidas y bajadas que me hicieron sentir, una vez más, vivo. Esta vía tiene más tránsito de vehículos de todo tipo, cosa que a estas alturas ya me parecía antinatural.

Ya con el cansancio normal de los días, pero con mucho aire en la camisa y las piernas, tomé un bus de regreso a Bucaramanga. El costo del pasaje, teniendo en cuenta que iba en bicicleta, me pareció económico y accedí a pagarlo sin objeción: 20 mil pesos.

En poco más de dos horas estoy de vuelta en Bucaramanga, la jungla de cemento. Cuando estoy entrando a la ciudad, pedaleando en medio de una gran autopista y una nube de smog rumbo a mi próximo destino, me digo mentalmente: welcome to the jungle.

Afortunadamente, y gracias al Creador, tengo mi lugar en las montañas que me hace sentir que puedo tener un micro-viaje en bicicleta cada nuevo día.

Ruta: https://www.strava.com/routes/13855993

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